Desierto, oscuridad y el nacimiento de nuevas incertidumbres

Now I wonder if well be seen here
Or if time has left us all alone
The still sea is darker than before

Brian Eno, Julie

Calibración de un contexto aun incontextualizable

No es una sorpresa que luego de una rápida investigación el interesado pueda encontrar una infinidad de conexiones entre el arte y la astronomía. Desde la conformación de rituales hasta la complejidad de las artes mediales, estética y observación del universo confluyen determinando no solo un medio de representación, si no que mas importante aun, la configuración estructural del ser humano en la tierra.

Moises subiendo al monte Sinai, y residiendo ahí por cuarenta días esperando a que Dios le entregara dos tabletas con los 10 mandamientos, es una analogía(1) que en la forma dista diametralmente de la realidad de la labor astronómica, pero que de alguna manera se conecta con la idea de recibir desde el cielo una verdad añorada por una sociedad en estado de reconquista de los conocimientos del universo, y superar por fin una incertidumbre basada en el de donde venimos y a donde vamos. La analogía bíblica no tiene cabida y es obsoleta, pero funciona (Beer), la búsqueda de diversos sentidos, verdades, contextos es mas compleja que cualquier religión, y la destrucción masiva de mitos inevitablemente da paso a la conformación de nuevos espacios imaginarios de comprensión de lo que no entendemos, asunto que casualmente en la mayoría de los casos viene del cielo. El dialogo entre cultura y astronomía esta determinado por la construcción de una interfaz dialéctica que puede encontrar en la cibernética un espacio y contexto de comprensión, decodificación, atenuación, filtración y amplificación de una posible heurística que integre la sinergía que ocurre en el acoplamiento estructural de ambos mundos.

La astronomía esta cada vez mas cerca de cambiar los paradigmas de lo que percibimos como realidad, es una ciencia con una plasticidad impresionante, constituyendo un extenso cumulo de teorías milenarias sin constatar. Esta construcción de la realidad se estructura mediante la aplicación de complejas formulas matemáticas en desarrollo de maduración, ya que ni siquiera las existentes logran definir/modelar a cabalidad conceptos como energía y materia oscura, que componen mas del 70 % de la composición del universo conocido. Desde la astronomía se develaran las incertidumbres de la energía que lo conforma todo y su comportamiento; los instrumentos están, la inversión se esta realizando, millones de euros fluyen de todo el mundo al desierto de Atacama para construir un enjambre de observatorios y radio observatorios para responder estas preguntas y destruir paradigmas científicos, filosóficos y culturales. La construcción en el Llano de Chajnantor de ALMA y en Armazones del Telescopio Europeo Extremadamente Grande (o European Extremely Large Telescope) son solo dos de los que mas expectativas acumulan, con el objetivo de por fin entender lo que para la mayoría de la sociedad ni siquiera constituye un cuestionamiento esencial, aumentando de manera extrema los campos de percepción humanos.

Sincretismo estético algorítmico

La interdisciplinariedad puede ser comprendida como uno de los grandes esfuerzos tantos particulares como institucionales para desenvolvernos en el contexto actual, condición que presenta diversos problemas básicos para crear la deseada dislocación y expansión de las disciplinas especificas que resultaron de la aplicación del modelo neoliberal en el estado post moderno. La primera dificultad que enfrenta un astrónomo y un artista al sentarse a conversar es el lenguaje. Ambos manejan códigos diametralmente opuestos, unos desde la metodología científica y el manejo de complejos algoritmos físicos, y el otro desde la habilidad por evidenciar mediante operaciones estéticas y conceptuales espacios invisibles del inconsciente colectivo.

Arte y Astronomía encuentran en la ciencia ficción un espacio de confluencia, o de expansión dramática de sus practicas. Desde este espacio surgen conclusiones propias, y se establece un nuevo espacio mitológico, o una especie de sincretismo estético algorítmico, como el establecido por H.P. Lovecraft en su imaginario de terror místico, bajo la forma de Cosmicismo, o Terror Cósmico, donde terribles demonios proyectados por los miedos y deseos humanos, arrasan con nuestro inconsciente, explorando nuevas formas de inculcar terror bajo un complejo escenario bien constituido. Por otro lado la estética de las artes espaciales (denominación que intenta aglutinar en si obras inspiradas en estos conocimientos), ha emergido en los últimos años con inusual fuerza, rescatando desde la investigación astronómica imaginarios, contextos y atmósferas que exploran nuevos limites de representación, en paralelo a la pragmática búsqueda científica. Las artes mediales han sido el espacio de incubación para estas practicas, al integrar en si la proficiencia del uso creativo y tecnológico de herramientas y códigos actuales.

Nociones como tiempo y espacio han sido explorados por la ciencia ficción literaria hasta los limites mas recónditos y oscuros, constituyendo dinámicas de representación absolutos y con márgenes irreconocibles, para luego dar paso a la ciencia ficción audiovisual, con una infinidad de películas que exploran a la vez una infinidad de géneros híbridos. El inconsciente colectivo esta lleno de imágenes ficticias que hoy parecen confundirse con la realidad, producidos por una cultura que se nutre del imaginario científico espacial, apelando desde el estado de angustia mas oscuro del ser humano, hasta la situación mas lúdica y surrealista, el que a su vez capta la atención de aspectos desconocidos del universo; ¿estamos en realidad solos?, ¿somos capaces de sobrevivir a una tormenta cósmica? ¿es nuestra civilización tan vulnerable como los salvajes dinosaurios?, ¿seremos rescatados por una raza mas inteligente que la nuestra?. El cine y la literatura, en su gran mayoría han apelado al miedo por lo desconocido, ha cristalizado mediante las formas de nuestras propias pesadillas colectivas una cosmología que encuentra en la cultura popular mas resonancia que la ciencia pura, creando una masa critica que se alimenta de la ignorancia y necesidad de encontrar nuevas mitologías diferentes a las que nos han acompañado en los últimos siglos. Capas de invisibilidad, teletransportación, video conferencias, todos aspectos que pertenecían a la ciencia ficción están cada vez mas presentes en una cotidianidad aparente, y la promesa de la innovación augura un futuro predecible solamente por la imaginación de lo que para el contexto científico representa lo absurdo.

Hoy día el desafío es simple y pragmático, pero complejo en su concreción; establecer un contexto donde artistas y astrónomos se encuentren para potenciar un dialogo que permita la expansión de ambas disciplinas, creando la sinergía necesaria para crear un contexto nuevo, e incluir dinámicas donde la comunidad en general tenga acceso a estos conocimientos. Es fundamental avanzar hacia un estado de madurez del genero, rescatando de la imaginación de lo absurdo conclusiones que las ciencias exactas no han lgrado interpretar, creando los contextos indicados donde artes y ciencias espaciales puedan constituir un real espacio de integración dinámico y expansivo. “No estamos seguros de que puedan desarrollarse planetas rocosos completos, pero estamos viendo los primeros pasos, de manera que tendremos que cambiar nuestras suposiciones sobre las condiciones que se requieren para el crecimiento de sólidos”, planteaba el astrónomo de Alma Luca Ricc el 30 de noviembre del 2012 con motivo de las observaciones de este radio observatorio, en una demostración de como en un abrir y cerrar de software toda la teoria de como se forman los planetas rocosos esta cambiando drasticamente. Descubriemiento no menor considerando que nuestro propio planeta es uno de ellos, y predice la forma en como se constituyo el lugar donde estamos parados en el universo.

La destrucción de los paradigmas es inminente. Lo que suceda después es impredecible.

1La analogía la realizo Johnatan Saldanha, artista y teórico portugués quien asistió y potencio la residencia de la artista valenciana Regina de Miguel, realizada tanto en el observatorio Paranal como en Alto Patache al sur de Iquique. La residencia estaba enmarcada en el Festival Juan Downey de la 10ª Bienal de Video y Artes Mediales, ganado en su versión anterior por Gabriel Del Favero , quien residió en Hangar de Barcelona, un potente centro de producción europeo, y el inicio de un Programa de Residencias que lanzo una convocatoria ganada por De Miguel. Ambos contextos fueron impulsados por la Corporación Chilena de Video, en potencia con Hangar, el Centro Cultural de España, el Area de Nuevos Medios del CNCA, ESO, Matadero y El Centro del Desierto. Esta diáspora de instituciones se han unido para desarrollar una residencia de arte y ciencia en el contexto de observatorios astronómicos y la complejidad del desierto en Chile, que tiene como objetivo crear una atmósfera de unión e intercambio para artistas y astrónomos.